sábado, 12 de mayo de 2012

La soledad del business developer...

Normalmente el trabajo consiste en ir a una oficina o similar donde tienes colegas, un ordenador y pasas 8 horas (con suerte) enfrascado en tus actividades, claras y ordenadas (o no).

El Business Developer ni tiene oficina, ni colegas, ni jefe, ni amigos, ni padre, ni madre, ni tiene perro que le ladre. Sólo tiene potenciales clientes que buscar, siempre piensas que puedes hacer alguna llamada, o poner algún mail mas cuando acaba el día.

El fin de semana se presenta como un vacío que hay que rellenar y muchas veces piensas que sería mejor que fuera laborable toda la semana. El comer se transforma en un acto físico y se cae en la tentación de la comida chatarra...

En los casos mas lamentables se atreven a abrir un blog, donde cuentas sus miserias mas nimias,  me miraron mal en Macul, comí un burguer con palta, estoy a la espera del big one, o lo primero que se pasa por la solitaria cabeza. El ridículo y descrédito está garantizado.

Ahora tenemos las dos variantes: el que toma un par de vuelos transatlánticos al mes, y el que vive permanentemente fuera. Y Que decir de la parte física del asunto!: los puñeteros vuelos transoceanicos. Recientemente he aprendido que los profesionales de verdad viajan siempre colocados con 1/4 de Tranquimazin. Los problemas?, se necesita receta, y te pierdes las películas. El Jueves me presentaré en una de las muchas farmacias de mi Providencia querida a ver que puedo conseguir para hacerme los 15.000km....

3 comentarios:

  1. El bussiness developer queda muy chulo en un curriculum vitae. Bastante mejor que el término común "cazador" o generador de negocio. Angel Tirado, amigo y cineasta, graba en estos momentos "la soledad del mister", referida al entrenador del Mallorca. Cualquiera que lleve el timón de algo, ya sea grande o pequeño, y del que sus decisiones afecten a otras personas, se sienten solas. ¿Las mejores armas del cazador? muchas de las que se ven haces gala en este blog: capacidad de crítica, mirada atenta, reacción cuando toca, relativizar lo bueno y lo malo, mente analítica,...y capacidad de reirse de uno mismo.
    Cuando pases por el aeropuerto, tal vez mejor que la química, puedes pasar un estupendo vuelo leyendo "el decálogo del caminante" último libro de Manuel Pimentel. De la clasificación que hace de las personas verás que eres todo un "caminante".

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  2. Siendo mi vida la antítesis de la tuya, el pasado febrero, el pequeño sufrió una convulsión febril. Es tan espectacular que nos temimos lo peor, durante unos segundos pensamos que nuestras vidas se convertirían en un infierno. Debemos pensar que estamos de paso y que toda nuestra seguridad es sólo una construcción de nuestra mente, ya que siempre estamos al borde del desastre. Conclusión:
    No "semos" nadie.

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  3. De paso, y en un segundo siendo optimistas. Cómo es ese paso es lo único que importa. Espero que pequeñín esté bien aunque con los 70º de estos días cualquiera puede sufrir un ataque.

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