martes, 25 de junio de 2013

Esta mañana seducido por los brazos de morfeo, con la creciente luminosidad invernal y calor de mi espartana habitación en Bellavista, pensando en la relatividad del cansancio, ya despierto y con minutos de relax por delante, oh wait!, el despertador no había sonado...,  móvil sin baterías, me había quedado dormido!

Raudo a mi estación de Metro, sin tiempo para andar mis habituales 45 minutos a lo largo del Rio Mapocho hasta la oficina (hora y media/día). En el acceso al metro, carajal invernal, introduje mi tarjeta de bancoestado en lugar de la tarje BIP del metro. "Tarjeta no válida...?", normalmente protesta "tarjeta sin saldo", en la boletería entregué la tarjeta Redbanc del banco, la boletera me miró con cara asesina de "Huevones de la mañana.. llevo aquí desde las 5:00AM", dos neuronas se conexionaron y me di cuenta del error, por vergüenza recargué 1000 pesos. En el andén observaba esas instalaciones de megafonía,  CCTV, Wifi, con sus cablecitos dirigiéndose a ocultas salas técnicas de corrientes débiles, tal vez lejanas, tal vez al otro lado de la pared. Las mismas que tan profusamente estoy estudiando.

El último tren acababa de arrancar, pero el el siguiente llegó a los 45 segundos, y entonces caí que era hora punta. No cabía ni un alma mas, pero alguien se bajó, puedo ocupar ese minúsculo espacio vital desalojado... unas tímidas puntaditas hasta el empujón final con la excusa del cierre de puertas... y a viajar conteniendo la respiración por 4 paradas.

El Metro de Santiago tiene la mitad de recorrido que Madrid, sin embargo el mismo número de pasajeros diarios (2,5 millones). Dicen que son el doble de eficientes, pero las horas puntas son imposibles,  puedes dejar pasar 4 trenes en esos andenes esperando subir hasta que las manos de un controlador te dan el empujón final con guantes al mas puro estilo nipón en la cúspide de su pirámide demográfica. No exagero, contraindicado para mujeres y niños.

Al llegar a mi estación final de Tobalaba, salí al aire libre y tuve una revelación (todavía seguía dormido?):  una muchedumbre bajaba apresuradas por Tajamar hacia los edificios de oficinas, un grupo de hormigas con movimiento (semi)coordinado, el triunfo del estado/enjambre/manada sobre el individuo, la conciencia de que somos biomasa humana que puede arder sin dificultad, meras herramientas para tributar a un poder superior.

Y me acordé de lo difícil que es ir contra la sociedad, y sobre todo como casi me destruyo empujando en el sentido contrario.

Corrían los optimistas años centrales del 2000. España crecía a gran ritmo, era la moda en Alemania, los deportistas, la música, las vivencias vacacionales en Mallorca, un Croata me confesó que estaba  hasta los cojones de España....

Y cuando viajaba a España veía grúas, no sólo para hacer casas, polínganos industriales!,  infraestructuras únicas en el mundo!, tan modernas que eran cómodas comparadas con las saturadas autopistas germanas.

Así que cuando uno tiene un niño a punto de entrar en primaria, un país que iba como un tiro y un puesto de trabajo en el sector del futuro, quien se iba a quedar en Alemania?, El remate fue una alemana mayor acusándome de mal padre por llevar a una niña sin guantes, la mandé a comer pepinillos en el idioma que estaba de moda: el español... Una compañera andaluza de Guadix, posteriormente salió en Españoles por el Mundo, me dijo que ella no quería saber nada de España, que su pueblo estaba lleno de empresarios palilleros buscando gente en dificultades para ofrecerles trabajos de mierda.

Una vez en España y con nómina, el siguiente paso era comprar un piso, que coño!, un adosado, o mejor una casa. Era una inversión segura y siempre lo podía vender.

Pero algo no cuadraba, mas caras que en Munich!. Empecé a mostrar dudas, así que pasé a ser "raro", tal vez tacaño, quizás no tenía cojones, pero estaba claro que iba a ser un fracasado toda la vida.

Con esa presión empecé a formarme sobre Macroeconomía de manera autodidacta. Empecé a conocer que son los tipos de intereses, su relación con la inflación, quien los trata de controlar, los motivos, el concepto de masa monetaria (M0 a M4), el mecanismo de formación del dinero, la importancia de la deuda y el coeficiente de caja de los bancos.

Gente como Ricardo Vergés, Gonzalo Bernardos, Marc Vidal, posteriormente Kike Vázquez, MacCoy, Desde Londres, el misterioso Pisitófilos Creditófagos, y mas economistas que obviamente no estaban en el círculo habitual de la prensa.

Internet me salvó.

Algunos de ellos como el sevillano/canadiense y viejecito Ricardo Vergés (contacto en Linkedin), habían sido defenestrados del Observatorio de la Vivienda por dar estadísticas "demasiado detalladas e irrelevantes" sobre la evolución del mercado de la Vivienda, según confesó en unas jornadas ante un grupo de desesperados arquitectos que trataban de comprender que había pasado.

Y no daba crédito.

De hecho todavía no doy crédito de la farsa que supone levantarse todos los días y trabajar para tener lo que pueden ser al día siguiente papelitos de colores, ver Argentina, Albania, Weimar, etc. Dinero FIAT (en Latín: Hagase)

Así me hice mas racionalista y mas individualista que nunca, convencido de que la razón es casi la única herramienta de la que disponemos en este valle de lágrimas, de que todos y todo trata de engañarte de acuerdo a sus intereses, de la impunidad en esta falsa democracia y la ignorancia generalizada y fomentada. E individualista por querer manejar mi vida sin que el estado lo sepa todo de mí, o quiera cuidarme con prestaciones por desempleo y a mi vejez.

Ahora que falta el dinero, o como diría un oconomista "la liquidez" (NOTA: el dinero nunca faltará pues se puede crear de la nada), muchos están despertando.

Finalmente sobreviví. Mas sabio, gordo, insomne, pesao y resabiao. Ahora no trato de arreglar el mundo, solo quiero ser transparente.

En resumen, ruego una oración por mi alma, y que el lector sea indulgente en el caso de ser demasiado monotemático con mis demonios.

sábado, 22 de junio de 2013

Cuando veo las manifestaciones en toda Brasil, Estambul, Atenas y sobre todo en la Plazuela, recupero mi fe en el espíritu humano.

Reconozco mi alegría cuando una horda acorrala a un policía y se origina una acción de rescate, mi descojone con el desconcierto de los gobiernos, placer ante su miedo, y risa ante las llamadas a la calma... Sé que es un juego peligroso, que todos estos procesos anárquícos y desordenados siempre salieron mal en el corto plazo, aunque han definido a la humanidad en el largo, pero mi asqueo por el sistema me resulta mas insoportable.7


Desde el 17 de Junio arrancó en Chile de nuevo la temporada de la toma de centros educativos por parte de los estudiantes: desde preadolescentes a universitarios, y en este caso, a pesar de ser persona de orden, me enternece todavía mas esta acción justa y revolucionaria, aunque enfocada desde la óptica del gratis total, cosa que ya aprendí que no existe, y que de hecho hace que no las valoremos.

Chavales de todas las edades están en las puertas de los colegios pidiendo dinero, no sé bien para qué, algo he dado a cambio de un poco de conversación.

Como contraste, ayer mismo estuve en un club militar, donde solo se bebe Cutty Sark, y con la oportunidad de charlar largo rato con una persona de mi edad, alguien importante en Carabineros. El lema del club era que los rangos quedaban fuera y no insistí sobre su vida profesional.

hablamos sobre historia, encontrando un punto común en la mentalidad y cultura romana, y como la civilización cambió con el cristianismo, sus conceptos de principio y fin, dualismo bien versus mal, un solo Dios Vengador frente a decenas de Dioses cachondos y con mucha mala leche y tiempo. Un cambio revolucionario desde el punto de vista cultural...

Seguimos con la marina, la política, la situación internacional... allí vi mi oportunidad de preguntarle sobre como se ve desde Chile el fenómeno de Brasil. Me confesó que Brasil ha solicitado ayuda a Chile sobre su experiencia en control de masas y manifestaciones. Que en Brasil no están acostumbrados a los cabreos multitudinarios como en Chile.

Me insistía, y así lo creo, de la dureza del trabajo de los carabineros de Chile, de su eficiencia con pocos medios frente a las policías europeas, que tienen mas de 30 protocolos distintos en función del tipo de manifestación, y de lo difícil que resulta ser  exquisito ante manifestantes violentos y tratar luego con sus jefes políticos.

Fue interesante ver el otro lado y comprender que de verdad hay gente que se preocupa por el bienestar de la gente. Me pareció ver un sentido del honor que por desgracia está muy pasado de moda. La conversación, el respeto, la delicadeza con que me invitaron a todo, unos auténticos caballeros milicos.



Otro momento en que me asemejé a una persona de orden fue en el salar de Atacama, en el marco de la profunda amistad de un día forjada en el autobús en una excursión turística. A pié de la laguna Cejar, un Médico Santiaguino me preguntaba sobre el motivo de la debacle de España. Ante mi discurso pre-empaquetado habitual de socialdemocracia derivada en partitocracia corrupta por culpa de un pueblo que lo permitió todo,  me pidió un favor: "difunde el mensaje en Chile sobre los peligros de la mamandurria, de nunca dejar que el estado te mime con tu propio dinero". Yo le dije que Chile es profundamente liberal, que no hace falta este mensaje, pero con su rostro redondo y bigote franquista respondió que era mas necesario que nunca, que la Bachelet va a entrar pronto en el gobierno, y hay mas tentaciones que nunca en ceder la democracia por dinero.